(Celebración del Día Internacional de las Tortugas Marinas 2022)
Las tortugas marinas están relacionadas con su ancestro terrestre por poseer escamas como otros reptiles y por desovar e incubar sus huevos en tierra. Después de eclosionar, emergen a la playa y entran al mar, solamente las hembras regresan a anidar de nuevo; los machos nunca regresan a la tierra. Las tortugas marinas son animales de crecimiento muy lento, que alcanzan su madurez sexual entre los 10 y 50 años, dependiendo de las especie y la zona geográfica.
La historia de esfuerzos para la protección de la tortuga marina en Guatemala inició con un Acuerdo Gubernativo sin número con fecha del 27 de octubre de 1976, prohibiendo la captura, circulación y comercialización de la tortuga verde (Chelonia mydas) y sus huevos, luego el Acuerdo Gubernativo del 02 de febrero de 1981, expandió esta protección a las otras especies de tortuga marina en ambas costas e incentivó el establecimiento de tortugarios en el país.
Dentro de los mecanismos de protección y control para establecer el uso sostenible de estas especies, están las siguientes:
El CONAP promueve la aplicación de la Estrategia Nacional de Manejo y conservación de Tortugas Marinas.
Los Tortugarios son Unidades de Conservación los cuales deberán ser legalmente autorizados por el CONAP.
La cuota de conservación, es la entrega del 20% de los huevos de tortuga parlama (Lepidochelys olivacea) colectados, a un tortugario legalmente autorizado y el 100% de los huevos de otras especies.
Consumo responsable de los huevos de tortuga parlama (Lepidochelys olivacea), considerando los medios económicos de subsistencia de las comunidades locales.
Por medio del turismo sostenible y regulado en buceo, avistamiento durante la anidación o liberación de neonatos y actividades educativas sobre las especies de tortugas marinas.
En ese sentido, la Estrategia Nacional de Manejo y Conservación de Tortugas Marinas de Guatemala y el Normativo para el Manejo y Conservación de tortugas marinas, ambos instrumentos se encuentran vigentes y siguen siendo los que rigen las actividades de conservación de tortuga marina en Guatemala, que consiste en un diagnóstico de la situación de tortugas marinas, un plan de acción para la implementación de la estrategia y conservación en la gestión del recurso tortuga marina.
La presencia de las tortugas marinas en las áreas de humedales de las costas marinas, depende de la fase del ciclo de vida en que se encuentren; los hábitats que ocupan éstas especies son diversos tipos de humedales marino-costeros como ser: manglares, estuarios, playas arenosas y arrecifes coralinos, los cuales son utilizados para anidación y/o sus aguas como hábitats de forrajeo, zona de reproducción, migración y/o desarrollo.
Los humedales marino-costeros están asociados a la presencia de tortugas marinas en alguna o varias de las etapas de su desarrollo: huevo, cría, juvenil o adulto. En Guatemala “Manchón Guamuchal” y “Punta de Manabique” son considerados Humedales de Importancia Internacional –RAMSAR-. Por la dependencia que existe entre tortugas marinas y humedales, nuestro país trabaja en la aplicación tanto de la Convención Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas (CIT), así como la Convención sobre los Humedales –RAMSAR-.
La importancia de las tortugas marinas y los humedales para las poblaciones humanas, y el buen mantenimiento de sus hábitats, se reflejan en diversos aspectos determinados por su complejo ciclo de vida. Uno de estos aspectos es que contribuyen al mantenimiento de los ecosistemas marinos y costeros al ser piezas claves en sus cadenas tróficas, también aportando en la trasferencia de energía y en el estado de salud de los océanos, áreas marinas y humedales. Además, las comunidades locales han incluido en su dieta el consumo de huevos de tortuga marina parlama (única especie autorizada por las regulaciones internas guatemaltecas, como un aporte de proteínas, así como otras fuentes de ingresos económicos tal es el caso del turismo como parte del ámbito cultural).
Sin embargo, también son vulnerables a las amenazas antropogénicas cuando las hembras, huevos y neonatos se encuentran en las playas de anidación. Las amenazas para estas especies durante esta etapa, están determinadas por las afectaciones a su hábitat como: cambio en el uso del humedal por construcciones en las playas, pérdida de playa por erosión, contaminación de las playas por actividades humanas, eventos meteorológicos como huracanes y el aumento en el nivel del mar por el cambio climático. Así como la recolección de huevos de tortugas en los nidos y la depredación, sin la aplicación correcta a la entrega de la Cuota de Conservación autorizada.
Como un ejemplo del interés comunitario por apoyar los esfuerzos de conservación de las especies de tortugas marinas, algunas comunidades de la aldea Tulate, del departamento Retalhuleu, se encuentran ya en proceso de mantenimiento de sus respectivos tortugarios, para dar inicio a la temporada de anidación de L. olivacea y celebrar el día Internacional de la Tortuga Marina este 16 de junio.
Los tortugarios guatemaltecos no son solo un vivero para la incubación de los huevos de tortuga marina, también son una institución comunitaria a través de la cual se desarrollan otros proyectos conservacionistas, educativos, eco turísticos y comunitarios. La observación de la anidación de tortugas y la liberación de neonatos en la playa, es una atracción turística que cada vez apoya más a la economía local.
Se ha demostrado en los tortugarios más exitosos del país, que una comunidad organizada y estrechamente vinculada con la administración de los tortugarios ayuda a garantizar la protección viable a largo plazo de las tortugas marinas.
El tortugario es muy importante para la generación de datos científicos no solamente respecto a la tortuga marina, si no también de otros aspectos de la ecología costera -manglar local, estos datos se utilizan en la toma de decisiones en el manejo de recursos naturales al nivel local, nacional y regional.
La presencia de las tortugas marinas tiene importancia en diversos ecosistemas, además, transportan energía entre el mar y la playa, ya que se consideran especies indicadoras, el tamaño de sus poblaciones son indicio de la salud del mar y la costa.
PUEDES DESCARGAR MATERIAL EDUCATIVO EN EL SIGUIENTE ENLACE
(Celebración del Día Internacional de las Tortugas Marinas 2022)
Las tortugas marinas están relacionadas con su ancestro terrestre por poseer escamas como otros reptiles y por desovar e incubar sus huevos en tierra. Después de eclosionar, emergen a la playa y entran al mar, solamente las hembras regresan a anidar de nuevo; los machos nunca regresan a la tierra. Las tortugas marinas son animales de crecimiento muy lento, que alcanzan su madurez sexual entre los 10 y 50 años, dependiendo de las especie y la zona geográfica.
La historia de esfuerzos para la protección de la tortuga marina en Guatemala inició con un Acuerdo Gubernativo sin número con fecha del 27 de octubre de 1976, prohibiendo la captura, circulación y comercialización de la tortuga verde (Chelonia mydas) y sus huevos, luego el Acuerdo Gubernativo del 02 de febrero de 1981, expandió esta protección a las otras especies de tortuga marina en ambas costas e incentivó el establecimiento de tortugarios en el país.
Dentro de los mecanismos de protección y control para establecer el uso sostenible de estas especies, están las siguientes:
En ese sentido, la Estrategia Nacional de Manejo y Conservación de Tortugas Marinas de Guatemala y el Normativo para el Manejo y Conservación de tortugas marinas, ambos instrumentos se encuentran vigentes y siguen siendo los que rigen las actividades de conservación de tortuga marina en Guatemala, que consiste en un diagnóstico de la situación de tortugas marinas, un plan de acción para la implementación de la estrategia y conservación en la gestión del recurso tortuga marina.
La presencia de las tortugas marinas en las áreas de humedales de las costas marinas, depende de la fase del ciclo de vida en que se encuentren; los hábitats que ocupan éstas especies son diversos tipos de humedales marino-costeros como ser: manglares, estuarios, playas arenosas y arrecifes coralinos, los cuales son utilizados para anidación y/o sus aguas como hábitats de forrajeo, zona de reproducción, migración y/o desarrollo.
Los humedales marino-costeros están asociados a la presencia de tortugas marinas en alguna o varias de las etapas de su desarrollo: huevo, cría, juvenil o adulto. En Guatemala “Manchón Guamuchal” y “Punta de Manabique” son considerados Humedales de Importancia Internacional –RAMSAR-. Por la dependencia que existe entre tortugas marinas y humedales, nuestro país trabaja en la aplicación tanto de la Convención Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas (CIT), así como la Convención sobre los Humedales –RAMSAR-.
La importancia de las tortugas marinas y los humedales para las poblaciones humanas, y el buen mantenimiento de sus hábitats, se reflejan en diversos aspectos determinados por su complejo ciclo de vida. Uno de estos aspectos es que contribuyen al mantenimiento de los ecosistemas marinos y costeros al ser piezas claves en sus cadenas tróficas, también aportando en la trasferencia de energía y en el estado de salud de los océanos, áreas marinas y humedales. Además, las comunidades locales han incluido en su dieta el consumo de huevos de tortuga marina parlama (única especie autorizada por las regulaciones internas guatemaltecas, como un aporte de proteínas, así como otras fuentes de ingresos económicos tal es el caso del turismo como parte del ámbito cultural).
Sin embargo, también son vulnerables a las amenazas antropogénicas cuando las hembras, huevos y neonatos se encuentran en las playas de anidación. Las amenazas para estas especies durante esta etapa, están determinadas por las afectaciones a su hábitat como: cambio en el uso del humedal por construcciones en las playas, pérdida de playa por erosión, contaminación de las playas por actividades humanas, eventos meteorológicos como huracanes y el aumento en el nivel del mar por el cambio climático. Así como la recolección de huevos de tortugas en los nidos y la depredación, sin la aplicación correcta a la entrega de la Cuota de Conservación autorizada.
Como un ejemplo del interés comunitario por apoyar los esfuerzos de conservación de las especies de tortugas marinas, algunas comunidades de la aldea Tulate, del departamento Retalhuleu, se encuentran ya en proceso de mantenimiento de sus respectivos tortugarios, para dar inicio a la temporada de anidación de L. olivacea y celebrar el día Internacional de la Tortuga Marina este 16 de junio.
Los tortugarios guatemaltecos no son solo un vivero para la incubación de los huevos de tortuga marina, también son una institución comunitaria a través de la cual se desarrollan otros proyectos conservacionistas, educativos, eco turísticos y comunitarios. La observación de la anidación de tortugas y la liberación de neonatos en la playa, es una atracción turística que cada vez apoya más a la economía local.
Se ha demostrado en los tortugarios más exitosos del país, que una comunidad organizada y estrechamente vinculada con la administración de los tortugarios ayuda a garantizar la protección viable a largo plazo de las tortugas marinas.
El tortugario es muy importante para la generación de datos científicos no solamente respecto a la tortuga marina, si no también de otros aspectos de la ecología costera -manglar local, estos datos se utilizan en la toma de decisiones en el manejo de recursos naturales al nivel local, nacional y regional.
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Guatemala, 16 de junio del 2022.
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