Guatemala, 7 de septiembre del 2023. El Consejo Nacional de Áreas Protegidas -CONAP-, como ente rector de la diversidad biológica y del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas -SIGAP-, da a conocer los bienes y servicios de la Reserva de la Biosfera Maya – RBM-, el área protegida más grande de Guatemala que representa la quinta parte del territorio nacional, con una extensión de más de dos millones de hectáreas, resguarda una gran riqueza natural y cultural, sumado a su importancia ecológica y a la belleza escénica, este majestuoso lugar también conserva gran parte de los sitios arqueológicos considerados iconos de la civilización maya, también resguarda ecosistemas naturales esenciales que son el refugio de miles de especies de flora y fauna.
El cinco de febrero de 1990, se publicó el Decreto 5-90 que creó la Reserva de la Biosfera Maya, el cual asignó al CONAP como institución encargada de velar por su cumplimiento; el CONAP trabaja para mantener y resguardar el valioso patrimonio natural y cultural de la RBM, donde también varias organizaciones realizan diversas acciones apropiadas para asegurar la conservación del área, promoviendo el desarrollo sostenible.
La RBM posee 2,800 especies que equivalen a un 34% de especies de plantas vasculares de Guatemala, 513 especies de aves, equivalente a un 71% de especies de aves de Guatemala, 62 especies de anfibios, equivalente a un 43% de especies anfibios de Guatemala, 122 especies de mamíferos, equivalente a un 64% de especies de mamíferos de Guatemala y 95 especies de reptiles, equivalente a un 39% de especies de reptiles de Guatemala.
Se invitó a periodistas a visitar el área protegida Parque Nacional Naciones Unidas, situado en las afueras de la Ciudad de Guatemala, es una de las pocas áreas verdes en la metrópoli que ofrecen espacios de recreación y educación ambiental. Además, gracias a su ubicación, cuenta con vistas espectaculares del Lago de Amatitlán y los volcanes de Agua y Pacaya.
Entre los elementos de conservación de la RBM resaltan los humedales de importancia internacional reconocidos por RAMSAR; entre las especies de fauna silvestre resaltan el jaguar, guacamaya roja, tapir, tortuga blanca, cocodrilo moreletti y el pecarí de labio blanco, también brinda carbono y servicios ambientales, con 569.5 millones de toneladas de Co2 almacenado, entre otros.
La Reserva de la Biosfera Maya también alberga una riqueza cultural invaluable de sitios arqueológicos como: Tikal, Mirador, Naachtun, Nakum, La Corona, Río Azul, Uaxactun, Piedras Negras, Yaxhá y El Perú.
Por ello la implementación de procesos turísticos congruentes con el manejo y conservación de la diversidad biológica y áreas protegidas, puede ser una forma sostenible, rentable y segura de recibir visitantes en espacios legalmente protegidos, es por ello que, en el CONAP se promueve y trabaja en un turismo que brinde beneficios económicos alternos para las comunidades aledañas a las áreas protegidas, un turismo en el que se pueda disfrutar, aventurar, pero que también pueda transmitir al visitante la importancia de conservar los recursos naturales pues de ellos depende nuestra vida.
De los principales cuerpos de agua podemos mencionar que, las condiciones kársticas determinan la hidrología de la RBM, que forma las cabeceras de tres cuencas internacionales hacia la vertiente del Golfo de México, la cuenca del Río San Pedro es la más importante, con afluentes como los ríos Chocop, Escondido, Sacluc, Tamaris, Peje Lagarto, San Juan y Agua Dulce, hacia la vertiente del mar Caribe la cuenca más importante es la del Río Azul.
La plataforma de Yucatán y los plegamientos hacia el sur de la RBM forman múltiples lagunas y cuerpos de agua. El nivel del agua en muchas de ellas fluctúa hasta dos metros entre estaciones.
También esta valiosa área protegida contribuye a la economía local y nacional a través de los ingresos económicos por la generación de empleo.
El CONAP como ente rector de la diversidad biológica y del SIGAP, agradece el apoyo de varias organizaciones que comparten la misma visión y que continúan trabajando y realizando diversas acciones apropiadas para asegurar la conservación de esta importante área emblemática del país y del mundo.
El taller fue realizado con el apoyo del Programa Selva Maya de la Cooperación Alemana para el Desarrollo GIZ.
La Reserva de la Biosfera Maya es nuestra herencia, por ello debemos protegerla para asegurar el bienestar de la presente y futuras generaciones.
Guatemala, 7 de septiembre del 2023. El Consejo Nacional de Áreas Protegidas -CONAP-, como ente rector de la diversidad biológica y del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas -SIGAP-, da a conocer los bienes y servicios de la Reserva de la Biosfera Maya – RBM-, el área protegida más grande de Guatemala que representa la quinta parte del territorio nacional, con una extensión de más de dos millones de hectáreas, resguarda una gran riqueza natural y cultural, sumado a su importancia ecológica y a la belleza escénica, este majestuoso lugar también conserva gran parte de los sitios arqueológicos considerados iconos de la civilización maya, también resguarda ecosistemas naturales esenciales que son el refugio de miles de especies de flora y fauna.
El cinco de febrero de 1990, se publicó el Decreto 5-90 que creó la Reserva de la Biosfera Maya, el cual asignó al CONAP como institución encargada de velar por su cumplimiento; el CONAP trabaja para mantener y resguardar el valioso patrimonio natural y cultural de la RBM, donde también varias organizaciones realizan diversas acciones apropiadas para asegurar la conservación del área, promoviendo el desarrollo sostenible.
La RBM posee 2,800 especies que equivalen a un 34% de especies de plantas vasculares de Guatemala, 513 especies de aves, equivalente a un 71% de especies de aves de Guatemala, 62 especies de anfibios, equivalente a un 43% de especies anfibios de Guatemala, 122 especies de mamíferos, equivalente a un 64% de especies de mamíferos de Guatemala y 95 especies de reptiles, equivalente a un 39% de especies de reptiles de Guatemala.
Se invitó a periodistas a visitar el área protegida Parque Nacional Naciones Unidas, situado en las afueras de la Ciudad de Guatemala, es una de las pocas áreas verdes en la metrópoli que ofrecen espacios de recreación y educación ambiental. Además, gracias a su ubicación, cuenta con vistas espectaculares del Lago de Amatitlán y los volcanes de Agua y Pacaya.
Entre los elementos de conservación de la RBM resaltan los humedales de importancia internacional reconocidos por RAMSAR; entre las especies de fauna silvestre resaltan el jaguar, guacamaya roja, tapir, tortuga blanca, cocodrilo moreletti y el pecarí de labio blanco, también brinda carbono y servicios ambientales, con 569.5 millones de toneladas de Co2 almacenado, entre otros.
La Reserva de la Biosfera Maya también alberga una riqueza cultural invaluable de sitios arqueológicos como: Tikal, Mirador, Naachtun, Nakum, La Corona, Río Azul, Uaxactun, Piedras Negras, Yaxhá y El Perú.
Por ello la implementación de procesos turísticos congruentes con el manejo y conservación de la diversidad biológica y áreas protegidas, puede ser una forma sostenible, rentable y segura de recibir visitantes en espacios legalmente protegidos, es por ello que, en el CONAP se promueve y trabaja en un turismo que brinde beneficios económicos alternos para las comunidades aledañas a las áreas protegidas, un turismo en el que se pueda disfrutar, aventurar, pero que también pueda transmitir al visitante la importancia de conservar los recursos naturales pues de ellos depende nuestra vida.
De los principales cuerpos de agua podemos mencionar que, las condiciones kársticas determinan la hidrología de la RBM, que forma las cabeceras de tres cuencas internacionales hacia la vertiente del Golfo de México, la cuenca del Río San Pedro es la más importante, con afluentes como los ríos Chocop, Escondido, Sacluc, Tamaris, Peje Lagarto, San Juan y Agua Dulce, hacia la vertiente del mar Caribe la cuenca más importante es la del Río Azul.
La plataforma de Yucatán y los plegamientos hacia el sur de la RBM forman múltiples lagunas y cuerpos de agua. El nivel del agua en muchas de ellas fluctúa hasta dos metros entre estaciones.
También esta valiosa área protegida contribuye a la economía local y nacional a través de los ingresos económicos por la generación de empleo.
El CONAP como ente rector de la diversidad biológica y del SIGAP, agradece el apoyo de varias organizaciones que comparten la misma visión y que continúan trabajando y realizando diversas acciones apropiadas para asegurar la conservación de esta importante área emblemática del país y del mundo.
El taller fue realizado con el apoyo del Programa Selva Maya de la Cooperación Alemana para el Desarrollo GIZ.
La Reserva de la Biosfera Maya es nuestra herencia, por ello debemos protegerla para asegurar el bienestar de la presente y futuras generaciones.
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