En el marco de la implementación del Plan Estratégico Institucional para la Reducción de la Vulnerabilidad, Mitigación y Adaptación en el SIGAP 2022–2027 (PEICC), la Unidad de Cambio Climático (UCC) inició en el mes de marzo de 2025 la planificación y coordinación de una serie de talleres con el objetivo de recopilar información actualizada sobre el estado de avance de las acciones establecidas en dicho plan para la temporalidad 2023-2024.
Durante esta fase, se desarrollaron talleres presenciales dirigidos a las unidades y direcciones centrales del CONAP, complementados con sesiones virtuales para las direcciones regionales, garantizando así la participación de los diferentes niveles institucionales a nivel nacional.
Los insumos obtenidos fueron sistematizados en un informe técnico, el cual permitió identificar avances significativos, así como brechas y desafíos en la ejecución de las acciones contempladas en el PEICC, proporcionando una base sólida para orientar los siguientes pasos del proceso de evaluación y actualización del plan.
Posteriormente, como parte del proceso de seguimiento y evaluación de la implementación del PEICC 2022–2027, la Unidad de Cambio Climático del CONAP llevó a cabo una serie de talleres de validación regional durante los meses de agosto y septiembre de 2025.
Estos talleres se realizaron el 11 de agosto en Petén, el 14 de agosto en Zacapa, el 1 de septiembre en Sololá, y los días 4 y 5 de septiembre en la Ciudad de Guatemala.
Las jornadas contaron con la participación de representantes de las direcciones regionales, unidades técnicas y actores clave del SIGAP, con el objetivo de validar la información recopilada previamente sobre los avances en la implementación de las acciones del PEICC.
Además de la validación, estos espacios permitieron recopilar nuevos insumos, experiencias y aportes desde el ámbito local y regional, contribuyendo así a enriquecer la información del documento y fortalecer la articulación de esfuerzos institucionales en torno a la reducción de la vulnerabilidad y la adaptación al cambio climático.
Esta serie de talleres refleja el compromiso de la Unidad de Cambio Climático con la transparencia, la participación y la mejora continua de los procesos institucionales, reafirmando el papel del CONAP como ente rector en la gestión integral del cambio climático dentro del SIGAP.
En la gráfica se observa que el 14 % de las acciones corresponde a una acción finalizada, el 57 % a cuatro acciones inicialmente implementadas y el 29 % restante refleja acciones parcialmente implementadas. Este panorama evidencia avances significativos, puesto que no existe ninguna acción sin avance de implementación en las zonas marino-costeras, a pesar de que estas cuentan con solo 12 áreas protegidas oficialmente declaradas. Estas áreas juegan un papel clave en la conservación de la biodiversidad y en la protección de ecosistemas estratégicos como los manglares, los cuales brindan importantes servicios ecosistémicos. Sin embargo, persisten brechas significativas relacionadas con el fortalecimiento de programas sostenibles de pesca artesanal, así como con la valoración y manejo integral de los servicios ecosistémicos. Además, es necesario recopilar información técnica y local que permita contar con un diagnóstico actualizado sobre las condiciones de vulnerabilidad al cambio climático en estas zonas, así como propuestas concretas de restauración, manejo y control de actividades que amenazan estos ecosistemas.
En la gráfica se evidencia que el 100% de las acciones muestran avances parciales. Aunque existen esfuerzos por vincular prácticas agroecológicas y de conservación de recursos genéticos, el avance limitado evidencia una brecha importante en la articulación interinstitucional y el financiamiento de iniciativas. Este sector, clave para la seguridad alimentaria, demanda fortalecer mecanismos en cuanto a fomento de paisajes productivos, propuesta de unidades de conservación, así como selección de áreas de intervención para el establecimiento de paisajes productivos y sistemas agroforestales dentro de las áreas protegidas
El sector de recursos forestales presenta 8% de las acciones sin ninguna clase de avance, 25% de las acciones se encuentran inicialmente implementadas, el 50% es parcialmente implementado y el 17& restante presentan avances significativos. Este panorama muestra avances relevantes en materia de restauración, ordenamiento y protección, sin embargo, persisten limitaciones en la aplicación de lineamientos técnicos de la ENRPF. Asimismo, la débil articulación entre la planificación nacional y la ejecución territorial, sumada a la falta de aprovechamiento de información geoespacial y de evaluaciones post-incendios, limita la efectividad de las intervenciones. Se requiere fortalecer la coherencia entre actores institucionales y externos, así como asegurar el cumplimiento de normativas de manejo en las áreas protegidas.
En este sector, la gráfica refleja que el 20 % de las acciones se encuentra no implementado, el 60% parcialmente implementado, y el 20 % finalizada. Aunque se destacan iniciativas en microcuencas como Rosul, Sejá y Novillero, actualmente no existen comités de cuenca vinculados directamente al SIGAP ni procesos participativos consolidados para la gestión hídrica. La principal limitante identificada es la ausencia de una unidad técnica dentro del CONAP responsable de velar por la gestión del recurso hídrico en áreas protegidas. Esta situación reduce la capacidad de planificación y respuesta institucional.
En la gráfica se observa que el 40 % de las acciones está sin avance, el 20 % parcialmente implementado, y el 40 % se encuentra finalizado. Los mayores esfuerzos se han enfocado en proyectos REDD+, programas de reforestación en la Reserva de la Biosfera Maya y medidas para la prevención de la tala ilegal en áreas protegidas. Sin embargo, persisten desafíos vinculados a la falta de financiamiento sostenido, debilidades en el monitoreo de resultados y la ausencia de lineamientos claros para armonizar las iniciativas de restauración con las categorías de manejo de las áreas protegidas.
La gráfica muestra que el 20% de las acciones no presenta avance, el 50% inicialmente implementado, el 10% parcialmente implementado y el 20% restante se encuentra finalizado. Si bien se han consolidado espacios de gobernanza como el Grupo de Coordinación Interinstitucional y, la creación de mesas regionales, se han fortalecido procesos de participación en distintos niveles, sin embargo, aún existen brechas significativas en la homologación de bases de datos, la integración del enfoque de pueblos indígenas y comunidades locales y la transversalización de género en la toma de decisiones. Asimismo, se requiere mejorar la articulación entre el nivel central y regional para evitar duplicidad de esfuerzos.
En la gráfica se observa que el 89% de las acciones no presenta avance, y el 11% restante finalizado. Aunque se han logrado avances en la sistematización de experiencias y la creación de programas de fortalecimiento de capacidades, persiste una brecha importante en el desarrollo de sistemas de información integrados y actualizados sobre biodiversidad y cambio climático, así como el fomento de investigaciones en temas relacionados a saberes y conocimientos ancestrales, y el fomento de los pueblos indígenas y comunidades locales en conservación y toma de decisiones.
En la gráfica se observa que el se encuentra finalizado. A pesar de que existen iniciativas como programas de capacitación para el personal de CONAP, no se cuenta con un número exacto de personas integrantes de las comisiones departamentales capacitadas ni de un programa de capacitación en temas de adaptación al cambio climático en zonas marino costeras dirigido a comunidades costeras, por lo que presenta un avance bajo, sin embargo, el 33% restante muestra que se ha cumplido a cabalidad tanto la acción como el indicador debido a que ya existen programas de sensibilización, educación y capacitación en medidas de adaptación y mitigación al cambio climático.
Como parte del proceso de resultados de las implementaciones de las acciones del PEICC, se crearon mapas, los cuales evidencia de mejor forma en que áreas protegidas están distribuidas las acciones, como nota adicional, mientras más grande sea el punto en el mapa, más acciones se están implementando en dicha área. Los mapas están distribuidos por dirección regional y uno donde se visualiza las acciones a nivel nacional.
El CONAP es una entidad pública, reconocida por su trabajo efectivo con otros actores en asegurar la conservación y el uso sostenible de las áreas protegidas y la diversidad biológica de Guatemala. El CONAP trabaja por una Guatemala en la que el patrimonio natural y cultural del país se conserva en armonía con el desarrollo social y económico, donde se valora la conexión entre los sistemas naturales y la calidad de vida humana y en donde las áreas que sostienen todas las formas de vida persisten para las futuras generaciones.