Hoy, 25 de noviembre, se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, una fecha que nos recuerda la urgencia de reconocer que la violencia de género no solo impacta la vida y los derechos de las mujeres, sino que también afecta a las comunidades, los ecosistemas y la sostenibilidad de la biodiversidad.
La violencia contra las mujeres se manifiesta de múltiples formas: física, psicológica, sexual, verbal, económica, política y simbólica. Nombrar estas violencias e identificarlas en sus diferentes expresiones es un paso crucial para prevenirlas, especialmente cuando se han normalizado en la vida cotidiana y en diversos espacios sociales y comunitarios. Brindar información y promover espacios seguros donde las mujeres puedan ejercer sus derechos sin miedo son acciones esenciales para su prevención y erradicación.
De acuerdo con el Observatorio de las Mujeres del Ministerio Público, en Guatemala 9 de cada 10 víctimas de violencia son mujeres. Solo en el año 2025 se han registrado 24,083 casos en sus distintas manifestaciones. En este contexto, es fundamental reconocer el rol vital que desempeñan las mujeres —en especial las mujeres rurales e indígenas— como cuidadoras de los recursos naturales y transmisoras de conocimientos ancestrales a través de la medicina tradicional, la oralidad y la alimentación. Su aporte es clave para la conservación de la biodiversidad y la preservación de saberes comunitarios.
Sin embargo, la violencia limita su participación en la toma de decisiones, restringe su acceso a la tierra y a los beneficios de la naturaleza, y aumenta su vulnerabilidad frente al cambio climático y la degradación ambiental. La igualdad y la equidad son pilares indispensables para fortalecer la conservación, ya que cuando las mujeres viven libres de violencia pueden liderar prácticas sostenibles que fortalecen la resiliencia comunitaria y contribuyen a la protección de especies y ecosistemas.
Desde el CONAP, se impulsa un trabajo colectivo y comprometido para garantizar que tanto la vida de las mujeres como la vida de la naturaleza sean protegidas y valoradas.
25N
Hoy, 25 de noviembre, se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, una fecha que nos recuerda la urgencia de reconocer que la violencia de género no solo impacta la vida y los derechos de las mujeres, sino que también afecta a las comunidades, los ecosistemas y la sostenibilidad de la biodiversidad.
La violencia contra las mujeres se manifiesta de múltiples formas: física, psicológica, sexual, verbal, económica, política y simbólica. Nombrar estas violencias e identificarlas en sus diferentes expresiones es un paso crucial para prevenirlas, especialmente cuando se han normalizado en la vida cotidiana y en diversos espacios sociales y comunitarios. Brindar información y promover espacios seguros donde las mujeres puedan ejercer sus derechos sin miedo son acciones esenciales para su prevención y erradicación.
De acuerdo con el Observatorio de las Mujeres del Ministerio Público, en Guatemala 9 de cada 10 víctimas de violencia son mujeres. Solo en el año 2025 se han registrado 24,083 casos en sus distintas manifestaciones. En este contexto, es fundamental reconocer el rol vital que desempeñan las mujeres —en especial las mujeres rurales e indígenas— como cuidadoras de los recursos naturales y transmisoras de conocimientos ancestrales a través de la medicina tradicional, la oralidad y la alimentación. Su aporte es clave para la conservación de la biodiversidad y la preservación de saberes comunitarios.
Sin embargo, la violencia limita su participación en la toma de decisiones, restringe su acceso a la tierra y a los beneficios de la naturaleza, y aumenta su vulnerabilidad frente al cambio climático y la degradación ambiental. La igualdad y la equidad son pilares indispensables para fortalecer la conservación, ya que cuando las mujeres viven libres de violencia pueden liderar prácticas sostenibles que fortalecen la resiliencia comunitaria y contribuyen a la protección de especies y ecosistemas.
Desde el CONAP, se impulsa un trabajo colectivo y comprometido para garantizar que tanto la vida de las mujeres como la vida de la naturaleza sean protegidas y valoradas.
25N #NoMásViolencia #ConservaciónConEquidad
Facebook
Twitter
Tags