En el año 1975 se celebró en la ciudad de Belgrado, el Seminario Internacional de Educación Ambiental. Este encuentro reunió a más de 70 países que conscientes de la situación del planeta, buscaron soluciones que contrarrestaran los efectos negativos más visibles en la naturaleza. El resultado que más destacó del evento, fue la Carta de Belgrado, un documento que estableció los objetivos, metas y principios que rigen la educación ambiental. Posterior a la divulgación de la declaración del Seminario de Belgrado, la educación ambiental ha tomado mayor relevancia, hasta llegar a ser reconocida como una herramienta esencial para que la población adquiera mayor sensibilidad e interés por resolver los problemas ambientales que enfrenta.
Para el Consejo Nacional de Áreas Protegidas, la educación ambiental se considera un factor fundamental para el logro de los objetivos de la Ley de Áreas Protegidas, y como lo indica en su artículo tres, se necesita de la participación activa de todos los habitantes del país, para ello es indispensable el desarrollo de programas de educación que tiendan al reconocimiento, conservación y uso apropiado del patrimonio natural de Guatemala.
💚 #EducaciónAmbiental, la mejor herramienta para mejorar la situación ambiental en nuestra comunidad, en nuestro país y en el planeta tan maravilloso que habitamos 🌎 pic.twitter.com/jxZTdiNIGa
El 26 de enero, se ha establecido a nivel internacional como el Día de la Educación Ambiental. Esta conmemoración es un momento propicio para evaluar nuestros conocimientos y actitudes relacionados a los recursos naturales y al respeto a todas las formas de vida que se manifiestan en nuestro entorno.
La mejor forma de celebrar este día, es tomando mayor conciencia y plasmarla en acciones a favor del ambiente, las áreas protegidas y la biodiversidad.
El CONAP seguirá uniendo esfuerzos con Organizaciones Gubernamentales y No Gubernamentales para apoyar y fortalecer el desarrollo de la educación ambiental, dentro y fuera del sistema de educación formal, promoviendo así una mejor calidad de vida para todos.
El patrimonio natural de Guatemala, es nuestra verdadera riqueza, por ello es importante que la población se involucre fomentando acciones en su entorno que procuren la conservación y protección de la biodiversidad.
En el año 1975 se celebró en la ciudad de Belgrado, el Seminario Internacional de Educación Ambiental. Este encuentro reunió a más de 70 países que conscientes de la situación del planeta, buscaron soluciones que contrarrestaran los efectos negativos más visibles en la naturaleza. El resultado que más destacó del evento, fue la Carta de Belgrado, un documento que estableció los objetivos, metas y principios que rigen la educación ambiental. Posterior a la divulgación de la declaración del Seminario de Belgrado, la educación ambiental ha tomado mayor relevancia, hasta llegar a ser reconocida como una herramienta esencial para que la población adquiera mayor sensibilidad e interés por resolver los problemas ambientales que enfrenta.
Para el Consejo Nacional de Áreas Protegidas, la educación ambiental se considera un factor fundamental para el logro de los objetivos de la Ley de Áreas Protegidas, y como lo indica en su artículo tres, se necesita de la participación activa de todos los habitantes del país, para ello es indispensable el desarrollo de programas de educación que tiendan al reconocimiento, conservación y uso apropiado del patrimonio natural de Guatemala.
El 26 de enero, se ha establecido a nivel internacional como el Día de la Educación Ambiental. Esta conmemoración es un momento propicio para evaluar nuestros conocimientos y actitudes relacionados a los recursos naturales y al respeto a todas las formas de vida que se manifiestan en nuestro entorno.
La mejor forma de celebrar este día, es tomando mayor conciencia y plasmarla en acciones a favor del ambiente, las áreas protegidas y la biodiversidad.
El CONAP seguirá uniendo esfuerzos con Organizaciones Gubernamentales y No Gubernamentales para apoyar y fortalecer el desarrollo de la educación ambiental, dentro y fuera del sistema de educación formal, promoviendo así una mejor calidad de vida para todos.
El patrimonio natural de Guatemala, es nuestra verdadera riqueza, por ello es importante que la población se involucre fomentando acciones en su entorno que procuren la conservación y protección de la biodiversidad.
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