Guatemala es un País catalogado como Megadiverso, derivado de la amplia variedad de ecosistemas, especies, recursos genéticos de alto valor y diversidad cultural que posee. Un ejemplo de esto es que el país cuenta con más de 2,400 registros de especies de vertebrados, entre las que se incluyen peces, aves, mamíferos, anfibios y reptiles.
Los murciélagos son el grupo más diverso de mamíferos que existen en Guatemala, con al menos 100 especies reportadas, lo que equivale a que en el país exista aproximadamente el 9% de la diversidad biológica de murciélagos del mundo, siendo esta una evidencia, del por qué nuestra denominación de “País Megadiverso”.
Los murciélagos son indispensables en los ecosistemas y proveen valiosos servicios ecosistémicos, al ser controladores naturales de plagas, como polillas y mosquitos, estos últimos responsables de transmitir graves enfermedades al ser humano, como malaria, chikungunya, zica y dengue; por otro lado muchas especies de murciélagos se alimentan de néctar y frutos, aportando significativamente en la dispersión de semillas, regeneración natural de los bosques, polinización y producción de alimentos.
Dentro de las principales amenazas que enfrenta este importante grupo de organismos está la desinformación, pérdida y destrucción de su hábitat y vandalismos a sus sitios de refugio.
Recientemente los murciélagos han sido asociados a la transmisión de enfermedades al ser humano, por lo que se hace necesario manejar la información con cautela, ya que las investigaciones científicas están en curso y las mismas aún no son concluyentes. Si bien los murciélagos pueden estar asociados a reservorios de agentes patógenos, como por ejemplo virus, está situación sucede para una amplia gama de organismos, como insectos, marsupiales, roedores, entre otros, sin que esto implique que estos organismos sean una causa directa de contagio de enfermedades al ser humano.
La transmisión de cualquier agente biológico patógeno de un animal silvestre al humano es muy difícil, y aunque no imposible, es prácticamente improbable que un animal silvestre transmita un agente patógeno al humano sin una exposición o contacto directo humano-animal silvestre. En todo caso, el aparecimiento de enfermedades emergentes y reemergentes en humanos es una consecuencia directa de las propias actividades humanas, asociadas a pérdida de biodiversidad debido a destrucción de hábitats naturales, el tráfico y consumo ilegal de fauna silvestre.
El Consejo Nacional de Áreas Protegidas hace un llamado a la población, a guardar la calma ante este tipo de información, a respetar y valorar las diferentes especies que habitan en nuestro País Megadiverso, ya que todas cumplen un rol positivo en nuestras vidas y las vidas de las futuras generaciones.
Guatemala es un País catalogado como Megadiverso, derivado de la amplia variedad de ecosistemas, especies, recursos genéticos de alto valor y diversidad cultural que posee. Un ejemplo de esto es que el país cuenta con más de 2,400 registros de especies de vertebrados, entre las que se incluyen peces, aves, mamíferos, anfibios y reptiles.
Los murciélagos son el grupo más diverso de mamíferos que existen en Guatemala, con al menos 100 especies reportadas, lo que equivale a que en el país exista aproximadamente el 9% de la diversidad biológica de murciélagos del mundo, siendo esta una evidencia, del por qué nuestra denominación de “País Megadiverso”.
Los murciélagos son indispensables en los ecosistemas y proveen valiosos servicios ecosistémicos, al ser controladores naturales de plagas, como polillas y mosquitos, estos últimos responsables de transmitir graves enfermedades al ser humano, como malaria, chikungunya, zica y dengue; por otro lado muchas especies de murciélagos se alimentan de néctar y frutos, aportando significativamente en la dispersión de semillas, regeneración natural de los bosques, polinización y producción de alimentos.
Dentro de las principales amenazas que enfrenta este importante grupo de organismos está la desinformación, pérdida y destrucción de su hábitat y vandalismos a sus sitios de refugio.
Recientemente los murciélagos han sido asociados a la transmisión de enfermedades al ser humano, por lo que se hace necesario manejar la información con cautela, ya que las investigaciones científicas están en curso y las mismas aún no son concluyentes. Si bien los murciélagos pueden estar asociados a reservorios de agentes patógenos, como por ejemplo virus, está situación sucede para una amplia gama de organismos, como insectos, marsupiales, roedores, entre otros, sin que esto implique que estos organismos sean una causa directa de contagio de enfermedades al ser humano.
La transmisión de cualquier agente biológico patógeno de un animal silvestre al humano es muy difícil, y aunque no imposible, es prácticamente improbable que un animal silvestre transmita un agente patógeno al humano sin una exposición o contacto directo humano-animal silvestre. En todo caso, el aparecimiento de enfermedades emergentes y reemergentes en humanos es una consecuencia directa de las propias actividades humanas, asociadas a pérdida de biodiversidad debido a destrucción de hábitats naturales, el tráfico y consumo ilegal de fauna silvestre.
El Consejo Nacional de Áreas Protegidas hace un llamado a la población, a guardar la calma ante este tipo de información, a respetar y valorar las diferentes especies que habitan en nuestro País Megadiverso, ya que todas cumplen un rol positivo en nuestras vidas y las vidas de las futuras generaciones.
Guatemala, País Megadiverso, 28 de enero 2020.
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