Biodiversidad y áreas protegidas, esencia del turismo sostenible
El 27 de septiembre, celebramos el Día Mundial del Turismo, una fecha que nos recuerda que viajar no es solo descubrir lugares, sino también valorar culturas, fortalecer lazos entre pueblos y proteger nuestra casa común. El turismo tiene el poder de transformar realidades, puede abrir puertas a la educación, crear oportunidades dignas y sostenibles, impulsar la innovación y ser motor de un futuro más verde y resiliente.
Las áreas protegidas son un mecanismo para la conservación del patrimonio natural y cultural de los guatemaltecos y para el turismo son recursos claves para desarrollar actividades recreativas, de esparcimiento, deportivas o simplemente de apreciación del paisaje. Visitar áreas protegidas favorece la salud y el bienestar humano, son claves para desarrollar actividades de recreación para la salud y bienestar humano, son el corazón vivo de nuestra riqueza natural y cultural.
Proteger y hacer uso sostenible de las áreas protegidas y la biodiversidad biológica garantizan la preservación de las fuentes de agua, mantienen los suelos fértiles y fomenta el desarrollo para la presente y futuras generaciones, por lo que desde el Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas -SIGAP-se promueve la implementación de procesos turísticos congruentes con el manejo y conservación de la diversidad biológica y áreas protegidas, donde destacan el Parque Nacional Tikal, Lago de Atitlán, Parque Nacional Río Dulce, Parque Nacional Volcán de Pacaya y el Monumento Natural Semuc Champey y otras áreas protegidas.
En las más de 300 áreas protegidas se destacan humedales de importancia internacional, reservas de biosfera, parques nacionales, reservas protectoras de manantiales entre otras categorías de manejo. Todas tienen un valor estratégico ya que resguardan especies de flora, fauna silvestre y nativas en peligro de extinción, paisajes y sitios arqueológicos que cuentan nuestra historia, que nos regalan aire puro, sitios estratégicos para la captación y distribución de agua, alimentos, plantas medicinales, materia prima, entre otros bienes y servicios esenciales para la sobrevivencia de la población.
Por lo que desde el turismo se debe dar un uso óptimo a los recursos medioambientales, que son un elemento fundamental del desarrollo turístico, manteniendo los procesos ecológicos esenciales y ayudando a conservar los recursos naturales y la diversidad biológica, además, respetar la autenticidad sociocultural de las comunidades anfitrionas, conservar sus activos culturales y arquitectónicos y sus valores tradicionales y contribuir al entendimiento y la tolerancia intercultural y asegurar unas actividades económicas viables a largo plazo.
El CONAP reafirma su compromiso por promover la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica y las áreas protegidas para propiciar un turismo responsable, inclusivo y sostenible, que aporte a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y que inspire a nuevas generaciones a soñar y construir un mundo mejor.
Porque cada decisión y acción deja un impacto positivo o negativo cuando visitas las áreas protegidas, por ello conoce, descubre, aprende y comprométete con un turismo que conserve.
Biodiversidad y áreas protegidas, esencia del turismo sostenible
El 27 de septiembre, celebramos el Día Mundial del Turismo, una fecha que nos recuerda que viajar no es solo descubrir lugares, sino también valorar culturas, fortalecer lazos entre pueblos y proteger nuestra casa común. El turismo tiene el poder de transformar realidades, puede abrir puertas a la educación, crear oportunidades dignas y sostenibles, impulsar la innovación y ser motor de un futuro más verde y resiliente.
Las áreas protegidas son un mecanismo para la conservación del patrimonio natural y cultural de los guatemaltecos y para el turismo son recursos claves para desarrollar actividades recreativas, de esparcimiento, deportivas o simplemente de apreciación del paisaje. Visitar áreas protegidas favorece la salud y el bienestar humano, son claves para desarrollar actividades de recreación para la salud y bienestar humano, son el corazón vivo de nuestra riqueza natural y cultural.
Proteger y hacer uso sostenible de las áreas protegidas y la biodiversidad biológica garantizan la preservación de las fuentes de agua, mantienen los suelos fértiles y fomenta el desarrollo para la presente y futuras generaciones, por lo que desde el Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas -SIGAP-se promueve la implementación de procesos turísticos congruentes con el manejo y conservación de la diversidad biológica y áreas protegidas, donde destacan el Parque Nacional Tikal, Lago de Atitlán, Parque Nacional Río Dulce, Parque Nacional Volcán de Pacaya y el Monumento Natural Semuc Champey y otras áreas protegidas.
En las más de 300 áreas protegidas se destacan humedales de importancia internacional, reservas de biosfera, parques nacionales, reservas protectoras de manantiales entre otras categorías de manejo. Todas tienen un valor estratégico ya que resguardan especies de flora, fauna silvestre y nativas en peligro de extinción, paisajes y sitios arqueológicos que cuentan nuestra historia, que nos regalan aire puro, sitios estratégicos para la captación y distribución de agua, alimentos, plantas medicinales, materia prima, entre otros bienes y servicios esenciales para la sobrevivencia de la población.
Por lo que desde el turismo se debe dar un uso óptimo a los recursos medioambientales, que son un elemento fundamental del desarrollo turístico, manteniendo los procesos ecológicos esenciales y ayudando a conservar los recursos naturales y la diversidad biológica, además, respetar la autenticidad sociocultural de las comunidades anfitrionas, conservar sus activos culturales y arquitectónicos y sus valores tradicionales y contribuir al entendimiento y la tolerancia intercultural y asegurar unas actividades económicas viables a largo plazo.
El CONAP reafirma su compromiso por promover la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica y las áreas protegidas para propiciar un turismo responsable, inclusivo y sostenible, que aporte a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y que inspire a nuevas generaciones a soñar y construir un mundo mejor.
Porque cada decisión y acción deja un impacto positivo o negativo cuando visitas las áreas protegidas, por ello conoce, descubre, aprende y comprométete con un turismo que conserve.
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