El jaguar (Panthera onca) habita especialmente en la Reserva de Biosfera Maya (RBM), es considerado el mayor felino de América, forma parte esencial de la fauna silvestre del país, la RBM constituye el bloque de bosque continuo más extenso del sistema de áreas protegidas de Guatemala y actualmente es el bastión de conservación de los jaguares en el país y en la región, sin embargo, este felino enfrenta serias amenazas a su sobrevivencia, por lo que se realiza un esfuerzo interinstitucional para llevar a cabo importantes avances en el entendimiento del estado de los jaguares en el país y las medidas de manejo para su conservación a largo plazo.
En Guatemala el jaguar es una especie emblemática por su importancia dentro de la dinámica de los bosques y su vinculación con la cosmovisión maya, afronta actualmente un peligro crítico por la reducción de sus hábitats y presas, por ello el Gobierno de Guatemala a través del Consejo Nacional de Áreas Protegidas -CONAP- junto a socios estratégicos realizan diversas acciones para garantizar la supervivencia de esta especie.
La Selva Maya es uno de los 5 Grandes Bosques de Mesoamérica que brindan servicios como captura de carbono, agua potable y seguridad alimentaria a cinco millones de personas. Y es el remanente de bosque tropical más grande en Mesoamérica conservada gracias a un complejo de áreas protegidas en Guatemala, México y Belice, el último bastión para especies como el jaguar, el tapir, el pecarí de labios blancos y la guacamaya roja.
Las poblaciones de esta especie han ido en detrimento durante los últimos años derivado del avance de la actividad humana, disminuyendo las áreas disponibles para que los jaguares puedan desarrollar sus actividades, así mismo la cacería indiscriminada de sus presas naturales y los ataques incesantes contra ellos, los predisponen a buscar alternativas de alimentación que los obliga a acercarse a asentamientos humanos y consumir animales domésticos que son más fáciles de cazar. El jaguar es el depredador en la selva, ayuda a controlar las poblaciones de herbívoros y carnívoros de menor tamaño, al alimentarse de ellas. Los jaguares ayudan a controlar la transmisión de enfermedades entre las especies silvestres que pueden ser transmitidas al ganado o a los seres humanos.
La mayor parte de la información de jaguares en Guatemala ha sido generada para la Reserva de Biósfera Maya y se estima que la distribución actual de los jaguares abarca el 58% del territorio y de esta el 47.2% se encuentra en área protegida. Se estima que hay entre 1,000 y 1,200 jaguares en toda Guatemala, que viven en poblaciones pequeñas con requerimientos ecológicos muy específicos, la especie necesita de bosques intactos con agua y muchos animales para alimentarse y se reproduce muy lentamente, es una especie clave para el mantenimiento del equilibrio ecológico de los bosques. Por lo tanto, es muy sensible a cualquier cambio en su ambiente y la eliminación de unos cuantos individuos puede poner en riesgo a toda la población de jaguares de nuestro país.
Entre los esfuerzos de conservación junto a socios estratégicos (WCS, Panthera Guatemala, Defensores de la Naturaleza, FUNDAECO, WWF, CECON y otros) en el país resaltamos:
Guatemala es signatario del Convenio CITES
La creación de la Ley de Áreas Protegidas 4-89
Publicación del Listado de la Especies Amenazadas de Guatemala -LEA-
El CONAP apoya todas las iniciativas que tienen como fin garantizar la supervivencia de los grandes felinos.
Programa de Protección del Hábitat del Jaguar y sus presas (fundamental para la conservación del jaguar en la Reserva de la Biosfera Maya).
Programa Permanente de Monitoreo Poblacional del Jaguar en la RBM (a largo plazo para evaluar la efectividad de las intervenciones de conservación en la Reserva de la Biosfera Maya con relación a los jaguares)
El Programa Jaguares Para Siempre (WCS trabaja con el MAGA y CONAP para promover la ganadería amigable con el jaguar en Guatemala, se enfoca en mejorar la coexistencia entre humanos y jaguares, promover prácticas ganaderas sostenibles.
Enfoque de Una Salud para la conservación del Jaguar, implementa un enfoque de Una Salud para identificar y mitigar riesgos para la salud relacionados con los jaguares y su entorno.
Monitoreo e interdicción del tráfico ilegal de piezas de jaguar (monitorea el tráfico ilegal de piezas de jaguar en Guatemala, aunque no se ha detectado caza furtiva organizada en Guatemala, se sigue vigilando esta amenaza).
Iniciativa del Corredor del Jaguar (Es una estrategia de conservación del jaguar desde México hasta Argentina, identificación y validación de corredores en Guatemala).
Firma de un memorándum de entendimiento entre CONAP y el Gobierno de la República de la India, con el fin de intercambiar conocimientos técnicos y científicos que la India implementó especialmente para la conservación del tigre (Panthera tigris) en el medio oriente y que han sido exitosos.
De acuerdo con Panthera una organización internacional, desde 2014 ha apoyado distintos esfuerzos de conservación de instituciones locales en Guatemala. Los proyectos y actividades se han enfocado principalmente en Izabal, ya que estudios han evidenciado que esta zona es crítica para mantener la conectividad del jaguar en Mesoamérica, como el fototrampeo, patrullajes, monitoreo acústico y diversos proyectos de investigación han permitido evidenciar la presencia de las cinco especies de felinos silvestres en esta región del país, así como la importancia que tiene en términos generales para la conservación de biodiversidad a pesar de las amenazas que enfrenta.
“Nuestro país es una pieza fundamental para la conectividad en el Corredor del Jaguar, que va desde México hasta Argentina. Por ello FUNDAECO ha unido esfuerzos con WCS, CONAP, y Panthera para monitorear las poblaciones de estos hermosos felinos y proteger su hábitat en el Parque Nacional Mirador Río Azul y las áreas protegidas de Izabal” comenta la Ingeniera Karen Aguilar, directora de Ordenamiento Territorial de FUNDAECO, una ONG guatemalteca de conservación de la naturaleza.
La Fundación Defensores de la Naturaleza (FDN), como coadministradora del Parque Nacional Sierra del Lacandón y la Reserva de Biosfera Sierra de las Minas, lidera esfuerzos estratégicos para conservar al jaguar (Panthera onca) y los ecosistemas esenciales para su supervivencia, mediante monitoreos biológicos, restauración de hábitats y defensa de los territorios. La apuesta es la generación de datos científicos clave para decisiones informadas, documentar la presencia de jaguares residentes y fortalecer la conectividad de corredores biológicos. Estas acciones, apoyadas por donantes y alianzas nacionales e internacionales, mitigan amenazas como la fragmentación del hábitat y los incendios forestales, posicionando a FDN como un referente en la conservación de la biodiversidad en Guatemala.
Por otro lado, el Biotopo Cerro Cahui a través de la administración del Centro de Estudios Conservacionistas de la Universidad de San Carlos de Guatemala -CECON- conservan 700 ha de bosque que contribuyen al bienestar de los pobladores de las aldeas aledañas por los servicios ecosistemicos que brindan, además de ser refugio de vida silvestre para las presas del jaguar, a través del bloque Zots, Cahui, Tikal y Bioitzá se espera contribuir a la restauración de ecosistemas forestales que permitan la conectividad entre dichas áreas.
La Wildlife Conservation Society (WCS) ha implementado diversas estrategias de conservación, entre ellas, destacan los programas de monitoreo que emplean tecnologías avanzadas, como cámaras trampa, para estudiar las poblaciones de jaguares y sus patrones de movimiento. Esta información es esencial para adaptar y mejorar las estrategias de protección de la especie. Además, WCS promueve la participación de las comunidades locales a través de iniciativas como las “Fincas Amigables con los Jaguares”, que fomentan prácticas ganaderas sostenibles y reducen los conflictos entre humanos y jaguares. Complementariamente, se desarrollan campañas de sensibilización y educación ambiental en áreas cercanas a la distribución del jaguar, fortaleciendo la coexistencia armoniosa y resaltando la importancia de su conservación. Estos esfuerzos integrales buscan asegurar la supervivencia del jaguar y la salud de los ecosistemas en Guatemala.
El Jaguar es una especie esquiva y no de confrontación, por lo que si llegase a existir un caso de conflicto con asentamientos o poblaciones de personas es por el desgaste que los humanos han ocasionado al área donde habita el jaguar.
Junto a socios estratégicos continuamos trabajando por la diversidad biológica y las áreas protegidas.
El jaguar (Panthera onca) habita especialmente en la Reserva de Biosfera Maya (RBM), es considerado el mayor felino de América, forma parte esencial de la fauna silvestre del país, la RBM constituye el bloque de bosque continuo más extenso del sistema de áreas protegidas de Guatemala y actualmente es el bastión de conservación de los jaguares en el país y en la región, sin embargo, este felino enfrenta serias amenazas a su sobrevivencia, por lo que se realiza un esfuerzo interinstitucional para llevar a cabo importantes avances en el entendimiento del estado de los jaguares en el país y las medidas de manejo para su conservación a largo plazo.
En Guatemala el jaguar es una especie emblemática por su importancia dentro de la dinámica de los bosques y su vinculación con la cosmovisión maya, afronta actualmente un peligro crítico por la reducción de sus hábitats y presas, por ello el Gobierno de Guatemala a través del Consejo Nacional de Áreas Protegidas -CONAP- junto a socios estratégicos realizan diversas acciones para garantizar la supervivencia de esta especie.
La Selva Maya es uno de los 5 Grandes Bosques de Mesoamérica que brindan servicios como captura de carbono, agua potable y seguridad alimentaria a cinco millones de personas. Y es el remanente de bosque tropical más grande en Mesoamérica conservada gracias a un complejo de áreas protegidas en Guatemala, México y Belice, el último bastión para especies como el jaguar, el tapir, el pecarí de labios blancos y la guacamaya roja.
Las poblaciones de esta especie han ido en detrimento durante los últimos años derivado del avance de la actividad humana, disminuyendo las áreas disponibles para que los jaguares puedan desarrollar sus actividades, así mismo la cacería indiscriminada de sus presas naturales y los ataques incesantes contra ellos, los predisponen a buscar alternativas de alimentación que los obliga a acercarse a asentamientos humanos y consumir animales domésticos que son más fáciles de cazar. El jaguar es el depredador en la selva, ayuda a controlar las poblaciones de herbívoros y carnívoros de menor tamaño, al alimentarse de ellas. Los jaguares ayudan a controlar la transmisión de enfermedades entre las especies silvestres que pueden ser transmitidas al ganado o a los seres humanos.
La mayor parte de la información de jaguares en Guatemala ha sido generada para la Reserva de Biósfera Maya y se estima que la distribución actual de los jaguares abarca el 58% del territorio y de esta el 47.2% se encuentra en área protegida. Se estima que hay entre 1,000 y 1,200 jaguares en toda Guatemala, que viven en poblaciones pequeñas con requerimientos ecológicos muy específicos, la especie necesita de bosques intactos con agua y muchos animales para alimentarse y se reproduce muy lentamente, es una especie clave para el mantenimiento del equilibrio ecológico de los bosques. Por lo tanto, es muy sensible a cualquier cambio en su ambiente y la eliminación de unos cuantos individuos puede poner en riesgo a toda la población de jaguares de nuestro país.
Entre los esfuerzos de conservación junto a socios estratégicos (WCS, Panthera Guatemala, Defensores de la Naturaleza, FUNDAECO, WWF, CECON y otros) en el país resaltamos:
De acuerdo con Panthera una organización internacional, desde 2014 ha apoyado distintos esfuerzos de conservación de instituciones locales en Guatemala. Los proyectos y actividades se han enfocado principalmente en Izabal, ya que estudios han evidenciado que esta zona es crítica para mantener la conectividad del jaguar en Mesoamérica, como el fototrampeo, patrullajes, monitoreo acústico y diversos proyectos de investigación han permitido evidenciar la presencia de las cinco especies de felinos silvestres en esta región del país, así como la importancia que tiene en términos generales para la conservación de biodiversidad a pesar de las amenazas que enfrenta.
“Nuestro país es una pieza fundamental para la conectividad en el Corredor del Jaguar, que va desde México hasta Argentina. Por ello FUNDAECO ha unido esfuerzos con WCS, CONAP, y Panthera para monitorear las poblaciones de estos hermosos felinos y proteger su hábitat en el Parque Nacional Mirador Río Azul y las áreas protegidas de Izabal” comenta la Ingeniera Karen Aguilar, directora de Ordenamiento Territorial de FUNDAECO, una ONG guatemalteca de conservación de la naturaleza.
La Fundación Defensores de la Naturaleza (FDN), como coadministradora del Parque Nacional Sierra del Lacandón y la Reserva de Biosfera Sierra de las Minas, lidera esfuerzos estratégicos para conservar al jaguar (Panthera onca) y los ecosistemas esenciales para su supervivencia, mediante monitoreos biológicos, restauración de hábitats y defensa de los territorios. La apuesta es la generación de datos científicos clave para decisiones informadas, documentar la presencia de jaguares residentes y fortalecer la conectividad de corredores biológicos. Estas acciones, apoyadas por donantes y alianzas nacionales e internacionales, mitigan amenazas como la fragmentación del hábitat y los incendios forestales, posicionando a FDN como un referente en la conservación de la biodiversidad en Guatemala.
Por otro lado, el Biotopo Cerro Cahui a través de la administración del Centro de Estudios Conservacionistas de la Universidad de San Carlos de Guatemala -CECON- conservan 700 ha de bosque que contribuyen al bienestar de los pobladores de las aldeas aledañas por los servicios ecosistemicos que brindan, además de ser refugio de vida silvestre para las presas del jaguar, a través del bloque Zots, Cahui, Tikal y Bioitzá se espera contribuir a la restauración de ecosistemas forestales que permitan la conectividad entre dichas áreas.
La Wildlife Conservation Society (WCS) ha implementado diversas estrategias de conservación, entre ellas, destacan los programas de monitoreo que emplean tecnologías avanzadas, como cámaras trampa, para estudiar las poblaciones de jaguares y sus patrones de movimiento. Esta información es esencial para adaptar y mejorar las estrategias de protección de la especie. Además, WCS promueve la participación de las comunidades locales a través de iniciativas como las “Fincas Amigables con los Jaguares”, que fomentan prácticas ganaderas sostenibles y reducen los conflictos entre humanos y jaguares. Complementariamente, se desarrollan campañas de sensibilización y educación ambiental en áreas cercanas a la distribución del jaguar, fortaleciendo la coexistencia armoniosa y resaltando la importancia de su conservación. Estos esfuerzos integrales buscan asegurar la supervivencia del jaguar y la salud de los ecosistemas en Guatemala.
El Jaguar es una especie esquiva y no de confrontación, por lo que si llegase a existir un caso de conflicto con asentamientos o poblaciones de personas es por el desgaste que los humanos han ocasionado al área donde habita el jaguar.
Junto a socios estratégicos continuamos trabajando por la diversidad biológica y las áreas protegidas.
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