26 de junio, Día Internacional de los Bosques Tropicales
Los Bosques tropicales son aquellos bosques situados en la zona intertropical y que consecuentemente, presentan clima tropical y una vegetación predominantemente de hoja ancha. Su temperatura promedio anual es por lo general superior a los 24 °C,1 y su humedad es muy variable.
Los Bosques tropicales son muy importantes para la preservación de la vida en el planeta contando con más de 15 millones de especies arbóreas, arbustos y plantas trepadoras. Debido a que se ubican en climas cálidos con alta humedad, albergan una gran variedad de exuberante flora y fauna silvestre.
En el Día Internacional de los Bosques Tropicales, el Consejo Nacional de Áreas Protegidas -CONAP-, da a conocer los beneficios, las amenazas que enfrentan estos bosques y sobre todo hacer conciencia a la población guatemalteca de la importancia de conservar, proteger y hacer un uso sostenible de los recursos naturales.
Los bosques tropicales predominantes de hoja ancha se distribuyen ampliamente en las áreas protegidas de Guatemala, principalmente en:
La Reserva de la Biosfera Maya.
Las áreas protegidas del Sur de Petén (Complejos I, II y IV).
La Reserva de la Biosfera Maya constituye el bloque de bosque tropical continuo más grande de Guatemala, con una cobertura de 1.31 millones de hectáreas. Es también en la Reserva de la Biosfera Maya donde se maneja sosteniblemente alrededor de 500,000 hectáreas de bosque, siendo la mayor superficie de bosque tropical bajo manejo en el país, 9 de las 11 concesiones forestales son administradas responsablemente por comunidades quienes contribuyen a la conservación y protección de los bosques.
Es importante mencionar que, los bosques tropicales también se distribuyen en todas las áreas protegidas del departamento de Izabal, como:
La Reserva Protectora de Manantiales Cerro San Gil.
El Refugio de Vida Silvestre Punta de Manabique.
El Refugio de Vida Silvestre Bocas del Polochic.
El Parque Nacional Río Dulce.
El Biotopo Protegido Chocón Machacas.
La Reserva Hídrica y Forestal Sierra Caral.
La Reserva de la Biosfera Sierra de Las Minas (al sur de la reserva).
También algunas áreas protegidas del departamento de Alta Verapaz cuentan con bosques tropicales, como:
La Reserva de la Biosfera Sierra de Las Minas (en el distrito Polochic al norte de la reserva).
El monumento natural Semuc Champey
El parque nacional Grutas de Lanquín.
El parque nacional Lachuá.
En el departamento de Baja Verapaz, está el Biotopo del Quetzal.
En el departamento de Quiché, la Reserva de la Biosfera Visis Cabá.
En la boca costa del Pacífico de Guatemala y en otras áreas del territorio nacional, existen muchas Reservas Naturales Privadas, administradas por propietarios de fincas que han destinado una parte o la totalidad de las mismas a la conservación de los bosques tropicales.
En las costas del Océano Pacífico donde se distribuyen los manglares, están:
El Parque Nacional Sipacate-Naranjo.
La Reserva natural Monterrico.
El Área de usos múltiples Hawaii.
El Manchón-Huamuchal (Sitio RAMSAR)
Los beneficios socioeconómicos de los bosques de acuerdo a la Oficina de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura -FAO-, se derivan en su mayor parte del consumo de los bienes y servicios forestales, y se estima que miles de millones de personas utilizan productos de los bosques para satisfacer sus necesidades de alimentos, energía y vivienda, además de la gran cantidad de personas que se benefician de los servicios ambientales que proveen.
Los bosques tropicales participan en la regulación del clima, ayudan a mitigar las sequías y las inundaciones, contribuyen en la conservación de los suelos y la recuperación de su fertilidad y evitan la erosión de los suelos; son los principales captadores de agua en forma de lluvia; asimismo, en el suelo de estos ecosistemas se encuentran muchos microorganismos esenciales en los ciclos biogeoquímicos de la tierra.
Entre los principales productos que proporcionan los bosques tropicales se encuentran las diversas maderas preciosas para la elaboración de muebles y la construcción de casas, resinas, colorantes, látex, fibras naturales, forrajes, leña, además de plantas empleadas en la medicina tradicional y otras consideradas ornamentales.
Sin embargo, las amenazas para los bosques tropicales en Guatemala, son las mismas que enfrentan en general todos los ecosistemas forestales del país.
Según el Instituto de Investigación y Proyección sobre Ambiente Natural y Sociedad IARNA, la cobertura forestal de Guatemala se redujo de casi siete millones de hectáreas de bosque en 1950 (64.5% del territorio nacional) a 3.7 millones en 2010 (34.2% del territorio nacional).
En el periodo 2010-2016 se determinó una pérdida neta de 101,542 hectáreas, con una tasa de deforestación neta de 0.50% a nivel nacional, equivalente a 18,350 hectáreas anuales.
De acuerdo con el Perfil Ambiental de Guatemala 2010 – 2012, las actividades que generan el deterioro forestal en los frentes de deforestación, que suman el 42% de toda la deforestación del país, están vinculadas a la expansión de tierras para la ganadería extensiva, la expansión de monocultivos los asentamientos humanos, incendios forestales, entre otros.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), alrededor de 10 millones de hectáreas de bosques tropicales en el mundo son perturbadas cada año por la explotación selectiva de árboles maderables, la extracción de leña y productos no forestales por la deforestación ocasionando que los bosques tropicales se hayan reducido alrededor del 60% a nivel mundial. Esto no es una excepción para el caso de Guatemala, donde la extracción ilegal selectiva de especies arbóreas de alto valor comercial como el Rosul, que se distribuye naturalmente en los bosques tropicales de Guatemala, han ocasionado impactos significativos a sus poblaciones silvestres, afectando la integridad y funcionalidad del ecosistema.
Las áreas protegidas y la biodiversidad promueven el desarrollo sostenible, económico y social para la presente y futuras generaciones.
26 de junio, Día Internacional de los Bosques Tropicales
Los Bosques tropicales son aquellos bosques situados en la zona intertropical y que consecuentemente, presentan clima tropical y una vegetación predominantemente de hoja ancha. Su temperatura promedio anual es por lo general superior a los 24 °C,1 y su humedad es muy variable.
Los Bosques tropicales son muy importantes para la preservación de la vida en el planeta contando con más de 15 millones de especies arbóreas, arbustos y plantas trepadoras. Debido a que se ubican en climas cálidos con alta humedad, albergan una gran variedad de exuberante flora y fauna silvestre.
En el Día Internacional de los Bosques Tropicales, el Consejo Nacional de Áreas Protegidas -CONAP-, da a conocer los beneficios, las amenazas que enfrentan estos bosques y sobre todo hacer conciencia a la población guatemalteca de la importancia de conservar, proteger y hacer un uso sostenible de los recursos naturales.
Los bosques tropicales predominantes de hoja ancha se distribuyen ampliamente en las áreas protegidas de Guatemala, principalmente en:
La Reserva de la Biosfera Maya constituye el bloque de bosque tropical continuo más grande de Guatemala, con una cobertura de 1.31 millones de hectáreas. Es también en la Reserva de la Biosfera Maya donde se maneja sosteniblemente alrededor de 500,000 hectáreas de bosque, siendo la mayor superficie de bosque tropical bajo manejo en el país, 9 de las 11 concesiones forestales son administradas responsablemente por comunidades quienes contribuyen a la conservación y protección de los bosques.
Es importante mencionar que, los bosques tropicales también se distribuyen en todas las áreas protegidas del departamento de Izabal, como:
También algunas áreas protegidas del departamento de Alta Verapaz cuentan con bosques tropicales, como:
En el departamento de Baja Verapaz, está el Biotopo del Quetzal.
En el departamento de Quiché, la Reserva de la Biosfera Visis Cabá.
En la boca costa del Pacífico de Guatemala y en otras áreas del territorio nacional, existen muchas Reservas Naturales Privadas, administradas por propietarios de fincas que han destinado una parte o la totalidad de las mismas a la conservación de los bosques tropicales.
En las costas del Océano Pacífico donde se distribuyen los manglares, están:
Los beneficios socioeconómicos de los bosques de acuerdo a la Oficina de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura -FAO-, se derivan en su mayor parte del consumo de los bienes y servicios forestales, y se estima que miles de millones de personas utilizan productos de los bosques para satisfacer sus necesidades de alimentos, energía y vivienda, además de la gran cantidad de personas que se benefician de los servicios ambientales que proveen.
Los bosques tropicales participan en la regulación del clima, ayudan a mitigar las sequías y las inundaciones, contribuyen en la conservación de los suelos y la recuperación de su fertilidad y evitan la erosión de los suelos; son los principales captadores de agua en forma de lluvia; asimismo, en el suelo de estos ecosistemas se encuentran muchos microorganismos esenciales en los ciclos biogeoquímicos de la tierra.
Entre los principales productos que proporcionan los bosques tropicales se encuentran las diversas maderas preciosas para la elaboración de muebles y la construcción de casas, resinas, colorantes, látex, fibras naturales, forrajes, leña, además de plantas empleadas en la medicina tradicional y otras consideradas ornamentales.
Sin embargo, las amenazas para los bosques tropicales en Guatemala, son las mismas que enfrentan en general todos los ecosistemas forestales del país.
Según el Instituto de Investigación y Proyección sobre Ambiente Natural y Sociedad IARNA, la cobertura forestal de Guatemala se redujo de casi siete millones de hectáreas de bosque en 1950 (64.5% del territorio nacional) a 3.7 millones en 2010 (34.2% del territorio nacional).
En el periodo 2010-2016 se determinó una pérdida neta de 101,542 hectáreas, con una tasa de deforestación neta de 0.50% a nivel nacional, equivalente a 18,350 hectáreas anuales.
De acuerdo con el Perfil Ambiental de Guatemala 2010 – 2012, las actividades que generan el deterioro forestal en los frentes de deforestación, que suman el 42% de toda la deforestación del país, están vinculadas a la expansión de tierras para la ganadería extensiva, la expansión de monocultivos los asentamientos humanos, incendios forestales, entre otros.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), alrededor de 10 millones de hectáreas de bosques tropicales en el mundo son perturbadas cada año por la explotación selectiva de árboles maderables, la extracción de leña y productos no forestales por la deforestación ocasionando que los bosques tropicales se hayan reducido alrededor del 60% a nivel mundial. Esto no es una excepción para el caso de Guatemala, donde la extracción ilegal selectiva de especies arbóreas de alto valor comercial como el Rosul, que se distribuye naturalmente en los bosques tropicales de Guatemala, han ocasionado impactos significativos a sus poblaciones silvestres, afectando la integridad y funcionalidad del ecosistema.
Las áreas protegidas y la biodiversidad promueven el desarrollo sostenible, económico y social para la presente y futuras generaciones.
Guatemala 26 de junio 2021.
Facebook
Twitter
Tags