El Consejo Nacional de Áreas Protegidas entidad rectora de la Reserva de la Biosfera Maya a través del Programa Fomento del Monitoreo de Biodiversidad y Cambio Climático en la Selva Maya de la GIZ y de colaboraciones históricas entre ECOSUR y WCS surgió la oportunidad de unir esfuerzos de monitoreo de vertebrados en cuerpos de agua en ambos países (México y Guatemala) y así tener un mejor panorama de la situación de las especies y los cuerpos de agua de toda la Selva Maya.
La Selva Maya es un lugar excepcional al ser uno de los bosques tropicales más grandes de Mesoamérica y con mejor estado de conservación, situación que la hace ser sumamente importante para especies de fauna silvestre que necesitan grandes extensiones de hábitat como el jaguar (Panthera onca), puma (Puma concolor), tapir (Tapirus bairdii), pecarí labios blancos (Tayassu pecari), mono araña (Ateles geoffroyi), faisán (Crax rubra) y zopilote rey (Sarcoramphus papa) entre otros.
La Selva Maya se compone principalmente de la Reservas de la Biosfera Montes Azules y Calakmul en México, Reserva de la Biosfera Maya en Guatemala, además de las reservas estatales de Balam Ku y Balam Kin en México y las reservas privadas Rio Bravo y Galon Jug en Belice.
La Selva Maya enfrenta muchas amenazas a su diversidad biológica en los tres países; deforestación, fragmentación del hábitat, cacería excesiva y furtiva, además del avance de las áreas ganaderas y de cultivo son solo algunos de los problemas que enfrenta la región. Es importante conocer y monitorear el impacto que tienen estas amenazas en las especies de fauna mayor para los cuales la región representa la esperanza de su conservación.
Las trampas cámaras han sido utilizadas por biólogos por cerca de 100 años, probando ser una herramienta útil; complementando otros métodos para estimar la diversidad de especies, como un método no invasivo para registrar especies raras, crípticas o evasivas, así como para identificar especies que no son distinguibles por las huellas u otros rastros.
También pueden ser usadas para monitorear el uso de los recursos por parte de la fauna silvestre, como salitrales, fuentes de agua o árboles fructificando. Cuando están instaladas para funcionar día y noche, proveen información sobre uso de hábitat, comportamiento y patrones de actividad.
Estudios previos han determinado que el monitoreo de cuerpos de agua en la Selva Maya es una de las estrategias de monitoreo más efectivas, ya que ahí se concentran varias especies en peligro de extinción durante la época de seca. Las primeras pruebas del uso de trampas-cámara en aguadas en la Selva Maya se realizaron en el Parque Nacional Mirador-Rio Azul por WCS durante la evaluación ecológica rápida de la sección este del parque en los años 2003-2004.
El patrimonio natural es nuestra verdadera riqueza, por ello procuramos su conservación y protección.
El Consejo Nacional de Áreas Protegidas entidad rectora de la Reserva de la Biosfera Maya a través del Programa Fomento del Monitoreo de Biodiversidad y Cambio Climático en la Selva Maya de la GIZ y de colaboraciones históricas entre ECOSUR y WCS surgió la oportunidad de unir esfuerzos de monitoreo de vertebrados en cuerpos de agua en ambos países (México y Guatemala) y así tener un mejor panorama de la situación de las especies y los cuerpos de agua de toda la Selva Maya.
La Selva Maya es un lugar excepcional al ser uno de los bosques tropicales más grandes de Mesoamérica y con mejor estado de conservación, situación que la hace ser sumamente importante para especies de fauna silvestre que necesitan grandes extensiones de hábitat como el jaguar (Panthera onca), puma (Puma concolor), tapir (Tapirus bairdii), pecarí labios blancos (Tayassu pecari), mono araña (Ateles geoffroyi), faisán (Crax rubra) y zopilote rey (Sarcoramphus papa) entre otros.
La Selva Maya se compone principalmente de la Reservas de la Biosfera Montes Azules y Calakmul en México, Reserva de la Biosfera Maya en Guatemala, además de las reservas estatales de Balam Ku y Balam Kin en México y las reservas privadas Rio Bravo y Galon Jug en Belice.
La Selva Maya enfrenta muchas amenazas a su diversidad biológica en los tres países; deforestación, fragmentación del hábitat, cacería excesiva y furtiva, además del avance de las áreas ganaderas y de cultivo son solo algunos de los problemas que enfrenta la región. Es importante conocer y monitorear el impacto que tienen estas amenazas en las especies de fauna mayor para los cuales la región representa la esperanza de su conservación.
Las trampas cámaras han sido utilizadas por biólogos por cerca de 100 años, probando ser una herramienta útil; complementando otros métodos para estimar la diversidad de especies, como un método no invasivo para registrar especies raras, crípticas o evasivas, así como para identificar especies que no son distinguibles por las huellas u otros rastros.
También pueden ser usadas para monitorear el uso de los recursos por parte de la fauna silvestre, como salitrales, fuentes de agua o árboles fructificando. Cuando están instaladas para funcionar día y noche, proveen información sobre uso de hábitat, comportamiento y patrones de actividad.
Estudios previos han determinado que el monitoreo de cuerpos de agua en la Selva Maya es una de las estrategias de monitoreo más efectivas, ya que ahí se concentran varias especies en peligro de extinción durante la época de seca. Las primeras pruebas del uso de trampas-cámara en aguadas en la Selva Maya se realizaron en el Parque Nacional Mirador-Rio Azul por WCS durante la evaluación ecológica rápida de la sección este del parque en los años 2003-2004.
El patrimonio natural es nuestra verdadera riqueza, por ello procuramos su conservación y protección.
Eterna Primavera
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