21 Parques Nacionales en pro de la conservación, rehabilitación, mejoramiento y protección de los recursos naturales del país y la diversidad biológica en un estado inalterado.
Declárese parques nacionales, bosques y sitios sujetos a planes de ordenación y experimentación forestal, las áreas y lugares que se expresan a continuación: Naciones Unidas, Río Dulce, Tikal, Atitlán, Grutas de Lanquín, Riscos de Momostenango, Cerro del Baúl, El Reformador, Los Aposentos, Laguna del Pino (…)” Así fueron creados los primeros 10 Parques Nacionales en Guatemala, el 26 de mayo de 1955 en la “Semana del Árbol”.
Así comienza parte de la historia de las áreas protegidas en el país desde la perspectiva y visión de Estado, en torno a establecer y declarar legalmente por mandato, áreas para la conservación y protección de los recursos naturales, dejando en evidencia, que para aquel entonces y aun cuando conceptualmente no se manejaban el criterio de “sistema”, es innegable que las declaratorias de los Parques Nacionales, fueron la premisa del mismo como una de las primeras categorías de áreas protegidas, primando la “ordenación y experimentación forestal”; “conservar, proteger y mejorar determinadas áreas de bosque”; “lugares que por su belleza escénica natural, valor histórico o científico, por su flora y fauna ameriten su resguardo”.
En febrero de 1989, con una reciente Constitución Política, que en su artículo 64, declara de interés nacional la conservación, protección y mejoramiento del patrimonio natural de la Nación y que mediante una ley específica se garantizará la creación y protección de parques nacionales, reservas, los refugios naturales y la fauna y la flora que en ellos exista; bajo el primer período de gobierno democrático, que el Congreso de la República a través del Decreto Legislativo Numero 4-89, promulga la Ley de Áreas Protegidas, que en sus consideraciones asevera dos aspectos importantes para la articulación de las áreas protegidas existentes a esa fecha, siendo: “Que para la adecuada conservación y mejoramiento del medio ambiente es indispensable la creación y organización de los sistemas y mecanismos que protejan la vida silvestre de la flora y fauna del país”; son los puntos hegemónicos que propiciaron la creación del Consejo Nacional de Áreas Protegidas como ente rector de la Diversidad Biológica del país y del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas –SIGAP-, como el principal mecanismo de protección, conservación y uso sostenible a nivel nacional, bajo el desarrollo del cual, se daría la ansiada coordinación y manejo de las áreas protegidas establecidas previo a dicha ley.
Con la creación del SIGAP y partiendo del reconocimiento de las áreas previamente establecidas incluidos los 17 Parques Nacionales, cuya organización y características se funden en la misma ley y su posterior Reglamento Acuerdo Gubernativo Número 759-90, a fin de lograr los objetivos en pro de la conservación, rehabilitación, mejoramiento y protección de los recursos naturales del país y la diversidad biológica. En virtud, se establecieron 6 diferentes tipos de categorías de manejo para el país: Categoría Tipo I. Parque Nacional-Reserva Biológica Áreas relativamente extensas, esencialmente intocadas por la actividad humana, que contienen ecosistemas, rasgos o especies de flora y fauna de valor científico y/o maravillas escénicas de interés nacional o internacional, en la cual los procesos ecológicos y evolutivos han podido seguir su curso espontáneo con un mínimo de interferencia.
El objetivo de manejo de los Parques Nacionales es la protección, conservación y mantenimiento de los procesos naturales y la diversidad biológica en un estado inalterado, de tal manera que el área esté disponible para estudios e investigación científica, monitoreo del medio ambiente, educación y turismo ecológico limitado, deben perpetuar un estado natural, muestras representativas de regiones fisiográficas, comunidades bióticas y recursos genéticos, sumados los criterios de selección y manejo en donde se establece que pueden ser áreas terrestres o acuáticas relativamente grandes que contienen muestras representativas de las principales regiones naturales, rasgos o escenarios donde las especies de plantas y animales, sitios geomorfológicos y hábitats son de especial interés científico educacional y recreativo. Contiene uno o varios ecosistemas completos, materialmente inalterados por la explotación y ocupación humana. El recurso es manejado en un estado natural o casi natural y desarrollado de modo que pueda sostener actividades de educación en forma controlada.
Actualmente, el SIGAP resguarda 21 Parques Nacionales, donde nuevamente los bosques, humedales y la diversidad biológica que resguardan siguen siendo los protagonistas en los criterios de selección y manejo, elementos prioritarios de conservación junto con las áreas marino costeras, el patrimonio mixto natural y cultural, la diversidad en cultura viva, las acciones de administración conjunta y gestión compartida que convergen en estos 21 Parques Nacionales, convierten al SIGAP en la mayor fortaleza y oportunidad en la capacidad de respuesta para enfrentar los efectos del cambio climático, pues es precisamente dentro de este sistema que el país ostenta el último remanente de bosques que representa aproximadamente un 85% de la cobertura boscosa, vinculado al desarrollo humano a través de los bienes y servicios ecosistémicos que estas proveen, la combinación entre Diversidad Biológica, Áreas Protegidas y Cultura viva, y posicionan a Guatemala a través de los Parques Nacionales más emblemáticos por mencionar algunos Tikal, Yaxhá-Nakúm-Naranjo, Mirador-Río Azul entre otros como uno de los principales atractivos para la visitación turística nacional e internacional, constituyéndose como una de las principales actividades económicas del país.
Uno de los mayores aportes de los 21 Parques Nacionales son sus 735,240.47 hectáreas netas de protección, en donde 5 parques figuran como zonas núcleo o intangibles de la Reserva de la Biosfera Maya es el vínculo entre los recursos naturales como patrimonio natural y el patrimonio cultural arqueológico que cuenta una historia ancestral que enlaza la cultura viva de sus descendientes y la intrínseca relación con las comunidades locales que nos hacen un país megadiverso, convirtiéndonos en una Guatemala Megadiversa.
¡Las Áreas Protegidas y Diversidad Biológica, promueven el desarrollo social, político y económico de la presente y futuras generaciones!
Parque Nacional-Reserva Biológica
21 Parques Nacionales en pro de la conservación, rehabilitación, mejoramiento y protección de los recursos naturales del país y la diversidad biológica en un estado inalterado.
Declárese parques nacionales, bosques y sitios sujetos a planes de ordenación y experimentación forestal, las áreas y lugares que se expresan a continuación: Naciones Unidas, Río Dulce, Tikal, Atitlán, Grutas de Lanquín, Riscos de Momostenango, Cerro del Baúl, El Reformador, Los Aposentos, Laguna del Pino (…)” Así fueron creados los primeros 10 Parques Nacionales en Guatemala, el 26 de mayo de 1955 en la “Semana del Árbol”.
Así comienza parte de la historia de las áreas protegidas en el país desde la perspectiva y visión de Estado, en torno a establecer y declarar legalmente por mandato, áreas para la conservación y protección de los recursos naturales, dejando en evidencia, que para aquel entonces y aun cuando conceptualmente no se manejaban el criterio de “sistema”, es innegable que las declaratorias de los Parques Nacionales, fueron la premisa del mismo como una de las primeras categorías de áreas protegidas, primando la “ordenación y experimentación forestal”; “conservar, proteger y mejorar determinadas áreas de bosque”; “lugares que por su belleza escénica natural, valor histórico o científico, por su flora y fauna ameriten su resguardo”.
En febrero de 1989, con una reciente Constitución Política, que en su artículo 64, declara de interés nacional la conservación, protección y mejoramiento del patrimonio natural de la Nación y que mediante una ley específica se garantizará la creación y protección de parques nacionales, reservas, los refugios naturales y la fauna y la flora que en ellos exista; bajo el primer período de gobierno democrático, que el Congreso de la República a través del Decreto Legislativo Numero 4-89, promulga la Ley de Áreas Protegidas, que en sus consideraciones asevera dos aspectos importantes para la articulación de las áreas protegidas existentes a esa fecha, siendo: “Que para la adecuada conservación y mejoramiento del medio ambiente es indispensable la creación y organización de los sistemas y mecanismos que protejan la vida silvestre de la flora y fauna del país”; son los puntos hegemónicos que propiciaron la creación del Consejo Nacional de Áreas Protegidas como ente rector de la Diversidad Biológica del país y del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas –SIGAP-, como el principal mecanismo de protección, conservación y uso sostenible a nivel nacional, bajo el desarrollo del cual, se daría la ansiada coordinación y manejo de las áreas protegidas establecidas previo a dicha ley.
Con la creación del SIGAP y partiendo del reconocimiento de las áreas previamente establecidas incluidos los 17 Parques Nacionales, cuya organización y características se funden en la misma ley y su posterior Reglamento Acuerdo Gubernativo Número 759-90, a fin de lograr los objetivos en pro de la conservación, rehabilitación, mejoramiento y protección de los recursos naturales del país y la diversidad biológica. En virtud, se establecieron 6 diferentes tipos de categorías de manejo para el país: Categoría Tipo I. Parque Nacional-Reserva Biológica Áreas relativamente extensas, esencialmente intocadas por la actividad humana, que contienen ecosistemas, rasgos o especies de flora y fauna de valor científico y/o maravillas escénicas de interés nacional o internacional, en la cual los procesos ecológicos y evolutivos han podido seguir su curso espontáneo con un mínimo de interferencia.
El objetivo de manejo de los Parques Nacionales es la protección, conservación y mantenimiento de los procesos naturales y la diversidad biológica en un estado inalterado, de tal manera que el área esté disponible para estudios e investigación científica, monitoreo del medio ambiente, educación y turismo ecológico limitado, deben perpetuar un estado natural, muestras representativas de regiones fisiográficas, comunidades bióticas y recursos genéticos, sumados los criterios de selección y manejo en donde se establece que pueden ser áreas terrestres o acuáticas relativamente grandes que contienen muestras representativas de las principales regiones naturales, rasgos o escenarios donde las especies de plantas y animales, sitios geomorfológicos y hábitats son de especial interés científico educacional y recreativo. Contiene uno o varios ecosistemas completos, materialmente inalterados por la explotación y ocupación humana. El recurso es manejado en un estado natural o casi natural y desarrollado de modo que pueda sostener actividades de educación en forma controlada.
Actualmente, el SIGAP resguarda 21 Parques Nacionales, donde nuevamente los bosques, humedales y la diversidad biológica que resguardan siguen siendo los protagonistas en los criterios de selección y manejo, elementos prioritarios de conservación junto con las áreas marino costeras, el patrimonio mixto natural y cultural, la diversidad en cultura viva, las acciones de administración conjunta y gestión compartida que convergen en estos 21 Parques Nacionales, convierten al SIGAP en la mayor fortaleza y oportunidad en la capacidad de respuesta para enfrentar los efectos del cambio climático, pues es precisamente dentro de este sistema que el país ostenta el último remanente de bosques que representa aproximadamente un 85% de la cobertura boscosa, vinculado al desarrollo humano a través de los bienes y servicios ecosistémicos que estas proveen, la combinación entre Diversidad Biológica, Áreas Protegidas y Cultura viva, y posicionan a Guatemala a través de los Parques Nacionales más emblemáticos por mencionar algunos Tikal, Yaxhá-Nakúm-Naranjo, Mirador-Río Azul entre otros como uno de los principales atractivos para la visitación turística nacional e internacional, constituyéndose como una de las principales actividades económicas del país.
Uno de los mayores aportes de los 21 Parques Nacionales son sus 735,240.47 hectáreas netas de protección, en donde 5 parques figuran como zonas núcleo o intangibles de la Reserva de la Biosfera Maya es el vínculo entre los recursos naturales como patrimonio natural y el patrimonio cultural arqueológico que cuenta una historia ancestral que enlaza la cultura viva de sus descendientes y la intrínseca relación con las comunidades locales que nos hacen un país megadiverso, convirtiéndonos en una Guatemala Megadiversa.
¡Las Áreas Protegidas y Diversidad Biológica, promueven el desarrollo social, político y económico de la presente y futuras generaciones!
Fuente:
Dirección de Desarrollo del SIGAP – CONAP
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