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Comunicación Social octubre 24, 2021 9:45 am 0 Comments

Cada 24 de octubre se conmemora en todo el mundo el Día internacional contra el cambio climático, un día establecido por las Naciones Unidas para sensibilizar a la población sobre las devastadoras consecuencias de este fenómeno. (CONAP, 2020).

Las áreas protegidas son herramientas decisivas para el desarrollo sustentable y para enfrentar al cambio climático, más allá de conservar especies y ecosistemas, proveen servicios esenciales para la vida misma, como provisión de agua, bancos de información genética, almacenamiento, alimento, regulación del clima, mitigación del riesgo de desastres, estabilización del suelo y también preservan la herencia cultural (UICN, 2021). Beneficios sociales como, medicina, uso recreativo y cultural, y alimentos. Beneficios económicos como programas de incentivos para la conservación, madera, visitación de las áreas y las actividades asociadas al turismo.

Guatemala posee una enorme riqueza biológica, social y cultural, que en conjunto constituye un recurso significativo, que debe ser capitalizado contra los efectos del cambio climático; Pero ¿Cómo sabemos que el clima está cambiando? porque los investigadores están observando y midiendo los cambios y las personas de todo el mundo estamos sufriendo estos cambios. Los cambios también suceden mucho más rápido que en el pasado se muestran con mayor intensidad a través de una mayor recurrencia y frecuencia como, por ejemplo; huracanes, inundaciones, sequías y variaciones imprescindibles de las condiciones climáticas, que han significado enormes pérdidas económicas y en vidas humanas, así como seguramente un costo invaluable sobre la diversidad de la vida en nuestro territorio (CONAP, 2015).

El Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas -SIGAP- actualmente está conformado por 347 áreas protegidas y ocupa una extensión del 33% de todo el territorio nacional, el CONAP tiene el mandato constitucional por medio de la Ley de Áreas Protegidas (Decreto 4-89) de asegurar la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica y las áreas protegidas del país. Las áreas protegidas son porciones terrestres o acuáticas representativas de los diversos ecosistemas, en donde el ambiente original no ha sido esencialmente alterado y que producen beneficios ecológicos que son cada vez más reconocidos y valorados. Las áreas protegidas están sujetas a regímenes especiales de protección, conservación, restauración y desarrollo, según las diferentes categorías establecidas.

Dentro de las principales actividades para mitigar y adaptarnos a los efectos del cambio climático se encuentra: conservar y proteger los ecosistemas, las especies, especialmente los más frágiles, conservación y manejo sostenible de las áreas protegidas que constituyen la solución natural más efectiva a nivel global, para contrarrestar los procesos de deforestación y cambios de uso de suelo que producen las emisiones de gases de efecto invernadero causantes del cambio climático, protección y vigilancia, prevención y reducción de los incendios forestales e incorporar a las comunidades asentadas dentro o al borde de las áreas protegidas (CONAP, 2019), procesos de restauración o reforestación, minimizar el uso y la dependencia de derivados de combustibles fósiles, no contribuir al desecho de residuos sólidos o basura, utilizar racionalmente el agua, respetar cualquier forma de vida y la naturaleza.

Acciones puntuales de mitigación desde el CONAP: Proyecto Guatecarbon en la Zona de Uso Múltiple de la Reserva de la Biosfera Maya, en conjunto con los concesionarios comunitarios. Y diferentes modelos de manejo del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas -SIGAP-, que formarán parte del Programa Nacional de Reducción de Emisiones.

En su discurso en la Universidad de Columbia (2020), Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, habla de tres imperativos que se deben abordar para contrarrestar la crisis climática. Primero, lograr la neutralidad en carbono mundial en las próximas tres décadas; segundo, armonizar las finanzas mundiales con el Acuerdo de París, en específico, con el plan mundial de medidas relacionadas con el clima. Por último, es preciso dar un gran paso adelante en la adaptación preventiva, reactiva y planificada, con el fin de proteger al mundo, y especialmente a las personas y países más vulnerables como la región centroamericana.

Para garantizar el cumplimiento de estos imperativos son necesarias actividades en conjunto como: la implementación de soluciones basadas en la naturaleza (SbN) en las ciudades, en los ecosistemas, la implementación de sistemas silvopastoriles en la ganadería, servicios de transporte urbanos más eficientes, mejorar la eficiencia energética e implementar el uso de energías alternativas y renovables, uso de especies vegetales que se adapten a la variabilidad del clima y restauración de ecosistemas por medio de regeneración natural asistida, organizar plataformas de gobernanza,  fortalecer la gobernabilidad en los territorios. Nos encontramos en un momento decisivo para afrontar con éxito el mayor desafío de nuestro tiempo: el cambio climático.

Las áreas protegidas y la diversidad biológica promueven el desarrollo sostenible del país.

Referencias

CONAP. (2015). Agenda institucional para la reducción de la vulnerabilidad, adaptación y mitigación del cambio climático 2015-2020. . Guatemala : Documento técnico No. 30-2016.

CONAP. (2019). Plan estratégico institucional 2018 – 2027. Guatemala : Documento técnico No. 12 – 2019.

CONAP. (24 de octubre de 2020). Día Internacional Contra el Cambio Climático. Obtenido de https://conap.gob.gt/dia-internacional-contra-el-cambio-climatico/

UICN. (2021). Word commission on protected areas. Cambio climático . Obtenido de https://www.iucn.org/es/comisiones/world-commission-protected-areas/cambio-climatico

Guatemala, 24  de octubre de 2021